Mostrando entradas con la etiqueta Familia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Familia. Mostrar todas las entradas

jueves, 29 de enero de 2009

Este es un primer intento para publicar la experiencia vivida en el reencuentro con nuestra familia de España.
Esto ha sido un sueño que ha tenido diferentes grados de intensidad en el transcurso de los años, pero que ha estado presente desde muy joven. En la familia de mi Papá no era un tema fácil, porque el vínculo entre las familias de los hermanos no era bueno, salvo con la familia del Tío Victoriano, con quién quedaron como socios luego que la Sociedad Casa Goñi desapareció y que abarcaba las actividades de curtiembre y talabartería. Entre los dos se abocaron al negocio de venta de forraje. El transporte de la caña en camiones o tractores y no con tracción animal, junto a otras cuestiones de familia hicieron que el negocio de los cueros dejara de ser rentable para ellos. Es la época de la segunda mitad de la decada del 50 Es para mí la época que más recuerdo, de la anterior quedan recuerdos difusos, con pequeñas pinceladas en la memoria de ver los calicantos llenos y con la bolsas de tanino en la esquinas, alguna vuelta del furlón y la planchadora que funcionaban con eje único, ya que no tenían motores individuales y otras cosas menores. Si lo tengo muy presente al gran espacio, una delicia cuando uno es chico con mil rincones para crear juegos e historias y realizar incalculables cantidad de experiencias infantiles. La envidia de cualquier chico del barrio, ya que nadie tenía una casa tan grande. El nacimiento de los cachorros de las perras, las peleas entre los perros, el juego con ellos, el hacerlos dormir en mi cama, los llantos cuando los envenenaban. Las experiencias con gallos, gallinas, patos, patitos, guineas, pájaros, palomas, cabritos, chanchos, ovejas, caballos, conejos. El espacio sobraba, su mayor parte estaba desocupada, era el esqueleto de lo que debe haber sido en su época de mayor actividad. Para mí era un felicidad ese espacio.
Los recuerdos de España, practicamente no estaban en nuestra vida cotidiana, salvo esporádicos comentarios hechos como al pasar y que básicamente se referían al frío intensísimo que sintieron
y el Tío Victoriano se referían a sus peleas con los otros chicos en la escuela por la discriminación que le hacía calificándolo de Sudaca. Pero no había cartas ni fotos ni mención alguna a esa familia allende el Atlántico. A pesar de ello mi ilusión y fantasía estuvo ahí. Sí había llegado a mis oídos al viaje de Mari Corbalán con su marido cuando se casaron, a España (Septiembre 1964), no más que eso, ninguna noticia a su regreso. Pasaron los años y la edad y los nuevos intereses en las cosas familiares me estimularon a tratar de buscar información referida a la familia de España. Era un poco complicado porque no había un comunicación fluida y también porque esos vínculos estaban considerados que los tenía que mantener ciertos miembros de los descendientes de Inocencio y no se hacían conocer a el resto, entonces entrar a buscar datos era una cosa hasta un poco delicada, ya que no siendo de la familia que había tenido relaciones con Navarra, era más dificil. Cuando en 1996, surgió la posibilidad de soñar con un viaje a España, y algo de Europa, reconozco que fue una idea de Anita, que es la que se permite soñar con cosas locas, empezó a acrisolarse la posibilidad de un contacto con la familia. La relación que se iría a buscar, era con quien llamaban, la Tía Camino